Estaba como delante de una hoja en blanco 16 años atrás. ¿Qué debo saber? ¿A qué hora me despierto? ¿Cuáles hábitos cambiar? ¿Cómo es eso de alimentación sana, si no comes casi ni vegetales ni pescados? ¿Rosado o azul, pues a mí me da igual, pero la sociedad no ha cambiado ciertos paradigmas?
Entonces, dice mi mamá, el referente más cercano a quien le agradeces el existir, que un hilito en la frente le quita el nombrado hipo. La pediatra me aconseja lactancia exclusiva hasta los seis meses de vida; otros que no tome refrescos gaseosos y sí mucho guarapo, que no tienda pañales al sol ni deje que un gato me cruce por debajo. Además, «sácalo siempre para el solecito de nueve a diez de la mañana, pues le transmite a la piel vitamina E», casi indica la vecina.
Ya un poco antes el nombre fue una lista interminable, pues cada quien sugiere alguno con parecidos entre los de papá y mamá, hay quien dice que como su........