En el contexto cubano actual, donde las dinámicas sociales y económicas se viven en desafío constante, la participación popular no solo es una alternativa, sino que es la clave para la búsqueda de soluciones colectivas a los problemas que afectan a nuestras comunidades.
Esta participación, además de constituir un derecho ciudadano, es también una responsabilidad compartida que fortalece el tejido social y promueve la cohesión en un entorno donde la colaboración se vuelve esencial, sobre todo en momentos en que el país demanda el concurso de todos los cubanos.
Su esencia radica en la idea de que cada ciudadano tiene voz y voto en la construcción del entorno en que convive, pues en la medida en que las personas se involucran activamente en la identificación de problemas y de potencialidades y la ormulación de soluciones, se genera también un sentido de pertenencia y empoderamiento ajustado........