Mientras una parte del mundo se sumerge en guerras inútiles, muertes y la insaciable búsqueda de poder de unos pocos sobre muchos, París se convirtió en un faro de sensibilidad, humanismo e inclusión.
La celebración de los Juegos Paralímpicos en esa emblemática ciudad no solo trascendió como evento deportivo: fue, además, un alentador recordatorio de que la vida, el esfuerzo y la voluntad son las verdaderas fuerzas que pueden unirnos y elevarnos como seres humanos por encima de la adversidad.
En el contexto global actual, donde desafortunadamente el conflicto parece ser la norma, el evento en la Ciudad de la Luz reunió por estos días a atletas de diversas capacidades físicas, quienes compitieron no solo por medallas, sino por la dignidad, respeto e igualdad.
Para ilustrar mejor el tema, recordamos que un artículo publicado en este diario el 18 de julio de 2024, revelaba a 285 días del genocidio que perpetra........