Irán cumplió su palabra. Este sábado decenas de drones armados y cohetes de largo alcance fueron disparados desde territorio de la República Islámica de Irán contra Israel. El Gobierno de Teherán lo advirtió y lo está cumpliendo al pie de la letra.
Un ataque israelí a su territorio —la Embajada y el Consulado iraní en Damasco, la capital de Siria—, según la máxima autoridad del país persa, el Ayatollah Khakmenei, recibiría el castigo correspondiente. La acción bélica de Irán contra Israel está en curso. La distancia y los medios tecnológicos de seguimiento permiten observar «en vivo» en todo el mundo la inquietante confrontación armada.
Se trata de «la Crónica de una Guerra anunciada» parafraseando el título de la famosa novela del premio Nobel colombiano. Los miles de millones de espectadores del planeta ya están siendo bombardeados y el primer peligro es sucumbir a la confusión, la dificultad a poner en claro quién es el agresor, quién es la víctima, qué papel juega Estados Unidos, la superpotencia con un amplio despliegue bélico en la región del Oriente Medio, el Mediterráneo Oriental, el todopoderoso aliado de Israel, el cómplice del genocidio en Gaza.
Irán contraataca, es una riposta militar impuesta. Porque en medio de toda la nube de informaciones que explotó tras el bombardeo israelí al Consulado iraní en Damasco, el 1 de abril quedaron sepultadas las iniciativas políticas de Teherán para —tal vez— evitar la necesaria respuesta militar al asesinato de 16 personas, entre ellos siete militares iraníes, incluidos dos generales, oficiales de alto rango en la........