A cien días de bombardeos indiscriminados, Gaza ha sido prácticamente reducida a escombros, pero Israel no consiguió liquidar el movimiento palestino Hamás y, por el contrario, encara un juicio sin precedentes por genocidio ante la Corte Internacional de Justicia.
El Gobierno del presidente Joseph Biden tampoco ha logrado alcanzar los objetivos básicos de su política de complicidad absoluta y activo apoyo con logística, información y armamentos, a un costo de miles de millones de dólares.
Y fue el propio primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien el sábado último le dijo al secretario de Estado, Antony Blinken, que la brutal campaña en Gaza que ha asesinado a más de 24 000 palestinos, causado heridas y mutilado a cerca de 61 000, no es solo una guerra israelí, sino también estadounidense.
«La guerra ha destruido la credibilidad de Estados Unidos en el exterior» escribió Chas Freeman, ex embajador de EE. UU. en Arabia Saudita, citado por Al Jazeera. Y eso se ve a las claras. En Europa, Asia y en los propios Estados Unidos se han registrado multitudinarias protestas........