En este siempre caluroso verano la juventud busca presurosa un lugar a donde ir, una aventura para vivir, un sitio en el cual pasar bien el rato, divertirse, relajarse.
Deseos comunes y caros, parece una contradicción, pero no lo es. Las vacaciones, etapa que en Cuba se ajusta al cese del período lectivo, siempre ha sido un momento para la recreación sana, el disfrute y el esparcimiento. No pocos piensan en un campismo, la playa, una piscina; en la casa de los abuelos o de los tíos, pero ciertamente cualquiera que sea la decisión lleva un presupuesto de la economía familiar, que este año no será pequeño.
Ante tal situación económica se ha pensado en un verano desde la comunidad. ¿Pero cómo diseñar actividades atractivas en ese lugar, a veces monótono, que vemos a diario? ¿Cómo transformar la localidad?
La mayor parte........