La lista de nombres era larga, lo recuerdo. Varios papeles, varias fechas, varios montos. Mis datos fueron anotados en la hoja correspondiente al 15 de enero, con mi pedido; luego hice la transferencia con la verificación correspondiente y me fui a la espera de la llamada feliz: en estos tiempos, encontrar un cartón de huevos a 1 800 pesos es casi cosa de cuento de hadas.
Ya me habían comentado que a más tardar en una semana se recibía la llamada. Según el pedido realizado, ibas y recogías lo encargado, porque el pago ya se había hecho. Era coser y cantar. Sin embargo, diez días después ya me extrañaba la ausencia del timbrazo, sobre todo porque la dependienta me había comentado que en una semana como tiempo máximo saldría del Mariel la mercancía.
Al pasar por el lugar, quedé de una........