Fue por más de 400 años un sueño de jóvenes en su mayoría. Sí, porque los de más edad suelen aplatanarse, resignados o adaptados, dejando los cambios en manos de quienes tienen ya mucho por vivir, en manos de esos que no piensan tanto y se lanzan en cualquier empresa por imposible que parezca.
La Revolución puede pensarse que tiene 65 años, porque se toma como fecha la del triunfo de enero de 1959, pero si hablamos de cuándo comenzó el sueño hemos de remontarnos a aquel Hatuey rebelde quemado vivo en la hoguera por no plegarse a los designios de un amo extranjero que venía a someter a las tribus nativas y hasta les imponía un dios ajeno bañado en sangre e injusticias.
Si hablamos de Revolución debemos también pensar en el abogado Ignacio Agramonte, que con 27 años de edad no dudó en unirse a la causa libertadora que inició un no tan joven Céspedes, pero a la que no tardaron en incorporarse los jóvenes hermanos Maceo, el dominicano Máximo Gómez, con poco........