¿Gaza? “No sabría decirle”

A medida que aumenta el número de víctimas civiles en Gaza, los dirigentes occidentales, que han decidido no tomar ninguna medida contra su aliado israelí, simulan deplorar su encarnizamiento. El presidente estadounidense Joseph Biden y su secretario de Estado Antony Blinken, jefes de filas de ese bando nimbado de virtud, son verdaderos virtuosos en la materia. Todos los días o casi comunican su exasperación, cuando no su cólera, contra Benjamín Netanyahu (cosa que a este le trae sin cuidado) mientras se desviven para que el Congreso estadounidense entregue a su Gobierno y a su Ejército 14.000 millones de dólares de ayuda suplementaria. En los medios de comunicación se asiste al nacimiento de un género de artículo, muy apreciado, consistente en desdibujar las entregas masivas de obuses y bombas occidentales con proclamas de buenas intenciones humanitarias (1).

La cosa no solo atañe a Estados Unidos y no solo a los periodistas (no a todos). Así, el pasado 12 de febrero, la cadena radiofónica francesa France Inter recibía a Boris Vallaud, presidente del grupo socialista en la Asamblea........

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