FRANCISCO GARCÍA CEDIEL ¿Vuelve el fascismo a Europa? Ante un capitalismo agonizante, la diferencia entre esta democracia y el fascismo es cada vez más tenue
Las últimas elecciones al Parlamento europeo han generado un aluvión de alarmas ante lo que se considera el auge de la extrema derecha en el viejo continente. Los temores, reproducidos en procesos electorales estatales como las recientes legislativas en Francia, se caracterizan, salvo honrosas excepciones, por una notable ausencia de análisis que sirve de antesala a una fórmula o recomendación a unir filas entre los supuestos demócratas frente al posible regreso del fascismo.
Es evidente que el fenómeno es preocupante, pero no tanto en los términos en los que a menudo se aborda, como si se tratara de un malvado virus que no se sabe bien como ha surgido o, mejor dicho, se ha expandido, como en cuanto a lo que supone de síntoma de una crisis sistémica muy profunda en general a nivel planetario y, centrando el foco en estas tierras, en la realidad de una Europa fallida como proyecto político y económico.
La apelación constante a la unidad enmascara la voluntad de las opciones políticas autodenominadas democráticas y responsables de apuntalar el Chiringuito (con mayúsculas) y los chiringuitos (con minúsculas) de las aparentemente diversas organizaciones responsables que se han repartido la gestión del poder en Europa Occidental.
Es, como apunta el marxista estadounidense Greg Godels, la “trampa de la propuesta antifascista del sistema”, una parte del establishment estaría apuntalando las mismas políticas que generan los fenómenos denominados de ultraderecha (trumpismo, volsonarismo, lepenismo…).
Para señalar con claridad la idea, las organizaciones “de orden” comparten un consenso básico sobre el sacrosanto modo de producción capitalista, la permanencia de la UE al........
© Insurgente
visit website