Capitalismo, Antropoceno y destrucción del mundo

Los expertos ya hablan de una nueva era geológica: el Antropoceno. Es decir: un período marcado por la acción humana que está cambiando radicalmente el medio natural. Lo está cambiando no en términos positivos, sino alterando en forma muy negativa las condiciones de vida del planeta, tanto que podrá hacer imposible la sobrevivencia de todas las especies vivas -el ser humano incluido, obviamente- si no se modifica el curso de los acontecimientos.

El mundo moderno surgido en el Renacimiento europeo, hoy completamente globalizado, que dio como resultado la actual industria, si bien obtuvo fabulosos resultados resolviendo ancestrales problemas de la humanidad, al mismo tiempo, por la forma en que la producción fue teniendo lugar, creó otros nuevos, hoy día ya altamente peligrosos. Es por eso que muchos expertos consideran que, desde mediados del pasado siglo, entramos en esta nueva fase geológica. Varios elementos contundentes lo indican: a) peligroso aumento en la emisión de gases de efecto invernadero negativo, b) alta presencia de elementos radioactivos en aire, suelo y tierra producto de la gran cantidad de ensayos de armas nucleares, c) acumulación impresionante de plástico no biodegradable, d) destrucción indiscriminada de la cubierta boscosa, todo lo cual está generando ya no un calentamiento global sino, tal como ahora se comenzó a decir: una “ebullición global”.

En otros términos: no hay “cambio climático”, como si se tratase de una espontánea y natural transformación en las condiciones geológicas, sino una catástrofe provocada por la acción humana ligada a la industria que produce en forma imparable, obligando a la población a consumir de la misma manera. Como símbolo de ese disparate en juego, ahí está la obsolescencia programada: elaborar mercancías para que, en un tiempo prefijado arbitrariamente por las empresas productoras, ya no sirvan y haya que reemplazarlas. La publicidad, desarrolla con técnicas de la más alta escuela, se encarga de promocionar las “novedades”, creando falsas necesidades, que terminan haciéndose casi imprescindibles. En tal sentido, quizá más correcto que Antropoceno sea decir: Capitaloceno: un momento de la historia marcado por la aparición del modo de producción capitalista.

En esa marea alocada de producción y consumo que generó el capitalismo -basado exclusivamente en la acumulación de capital, buscando que nunca descienda la tasa de ganancia- la destrucción de nuestra casa común, el planeta Tierra, está pasando factura a la humanidad. Los recursos naturales, es decir: la materia prima con la que se elabora la interminable cantidad de productos que llegan a diario al mercado, son finitos, se agotan. Y la basura que todo ese consumo trae aparejada, constituye hoy un problema de dimensiones gigantes, inexistente 150 años atrás cuando Marx escribía El Capital, crítica de la economía política.........

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