Se suceden las denuncias (una media de 130 personas al día asesinadas -por el ejército israelí- en la Franja de Gaza durante los diez últimos meses, informó el 15 de agosto Naciones Unidas); Human Rights Watch remarcó el 26 de agosto, en un informe, las torturas perpetradas por el Estado de Israel al personal médico en Gaza; uno de los testimonios recopilados es el de Eyad Abed, cirujano de 50 años, detenido mientras laboraba en un hospital gazatí:
“Cada minuto nos golpeaban. Por todo el cuerpo, en zonas sensibles entre las piernas, el pecho, la espalda. Nos daban patadas por todo el cuerpo y en la cara. Utilizaban la parte delantera de las botas, que tenía una punta de metal, y luego sus armas. Tenían mecheros (…)”.
El mismo día, 60 organizaciones de periodistas y derechos humanos remitieron una carta al Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell (PSOE), en la que se reclamaba la ruptura del Acuerdo de Asociación de la UE con Israel; entre otros motivos, por el asesinato de más de un centenar de periodistas y los crímenes de guerra en Gaza (Agencia Efe).
¿Existen complicidades en los actos de barbarie? Diputados del Grupo Sumar presentaron en el Congreso español, el 9 de julio, diferentes preguntas a la Presidencia del Gobierno -y los ministerios con competencias- sobre la compraventa de armas al Estado de Israel desde el comienzo del genocidio, en octubre de 2023.
El portavoz Enrique Santiago, de Izquierda Unida (IU), detalló que la iniciativa se sustentaba en los datos del Centre Delàs........