Con o sin actas, Estados Unidos quiere el petróleo

¿Cómo evalúas la coyuntura imperante en Venezuela luego de las elecciones?

Ya pasaron 13 días y continúa la discusión de las actas, que es un tema muy
controvertido y no existen hasta ahora datos sólidos para evaluar lo sucedido. El Consejo
Nacional Electoral mantiene el anuncio de un triunfo de Maduro, pero sin la información
detallada por provincias, mesas o distritos. Ese organismo cuenta con 30 días para dar a conocer
esos informes, pero la demora genera muchas dudas, que no quedan zanjadas con la presentación
de las actas por parte de cada partido ante el Poder Judicial.
La principal explicación oficial del bache actual es el sabotaje que sufrió el sistema
electoral. Un ciberataque con hackeo general, que saturó las redes mediante un tráfico espurio, es
decir utilizando una nueva modalidad de conspiración digital.
La existencia de ese apagón electoral es totalmente creíble en el escenario actual de
guerras informáticas. Si Israel utiliza la inteligencia artificial para practicar un genocidio
personalizado en Gaza, es totalmente factible que Venezuela haya sufrido la embestida contra las
redes que denuncia el gobierno. Pero esa acusación debería ser verificada con indicios o
evidencias, que hasta ahora ningún funcionario aportó. De todas formas, me parece que la
difusión de las famosas actas no resolverá el problema.

¿Por qué?

Simplemente porque la derecha no reconocerá un resultado adverso. Para ellos cualquier
elección perdida equivale a un fraude. Desde 1999 hubo 35 elecciones en Venezuela y sólo
convalidaron los dos comicios que ganaron. En los casos opuestos desconocieron los números
finales. En la peleada disputa del 2013 se realizó el recuento que demandaron y tampoco
aceptaron el veredicto de ese conteo.
La derecha solo acepta competir si previamente tiene garantizado el triunfo. Esa postura
invalida cualquier elección. Actúan igual que Trump, que desconoció su derrota frente a Biden,
clamando por un fraude que nadie pudo demostrar. Para colmo, ahora difundieron su propio
conteo anunciando que González Urrutia ganó por un margen del 60 al 80% a su favor. No
muestran ningún documento serio que corrobore esa afirmación. Improvisan e inventan
afirmaciones totalmente inverosímiles.
Además, la difusión de las actas no resuelve nada por el carácter atípico de esta elección.
Los comicios estuvieron precedidos por el acuerdo de Barbados, que definió una convocatoria
acorde a las relaciones de fuerza que mantienen las dos fuerzas en conflicto. La derecha aceptó
concurrir al cabo de varios años de fiasco con Guaidó. No pudieron sostener más, al corrupto
fantoche que se autoproclamó presidente sin ningún conteo de actas. Por esa derrota avalaron
participar en comicios generales, con integrantes en el Consejo Nacional Electoral. Incluso
convalidaron la travesura del oficialismo que restringió severamente el voto de los emigrados.
Por su parte, el gobierno aceptó la presencia negociada de observadores internacionales,
que no es un dato natural de cualquier elección. En Estados Unidos, Francia, Israel o Inglaterra
no irrumpen los inspectores extranjeros, con la naturalidad con que desembarcan en los países de
la periferia. La elección estuvo condicionada por ese compromiso previo.

¿Y qué pasó?

La derecha suscribió el acuerdo suponiendo que tenía ganada la elección, pero
desconoció ese compromiso cuando comenzó a notar que su victoria era incierta. A partir de ahí
reinició las provocaciones de siempre. Corina Machado tomó las riendas de la campaña y el
gobierno decidió lógicamente inhabilitarla por su participación en incontables intentos golpistas.
El oficialismo también restringió la presencia de conspiradores disfrazados de veedores
internacionales, en un legítimo acto de soberanía. El típico escenario de confrontación directa
entre el oficialismo y la........

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