En un esclarecedor artículo, el filósofo chileno-alemán Fernando Mires, acucioso analista del proceso político en Venezuela a lo largo de estos años sombríos, con quien no siempre acordamos, dice algo que por obvio luciría redundante si no fuese porque tanto líderes como ciudadanos comunes en numerosa proporción permanecen ciegos a una verdad que nos explota en la cara: "Para decirlo de un modo intencionalmente chocante – Mires dixit–: la única fuerza política que actualmente posee Maduro es la no-unidad de la oposición. De ahí que dinamitar la unidad de la oposición, ha llegado a ser su imperativo máximo. Pues bien, no hay mayor fuente de unión política que un proceso electoral".
No obstante, a pesar de esta verdad casi axiomática, vemos con tristeza, más bien con angustia, cómo venezolanos que dicen pertenecer a la oposición o se asumen líderes de ella, se han dedicado con fervor digno de mejor causa a insultar y desacreditar a otros opositores, en peleas intestinas de destino destructivo, sin que en algún momento se detengan a protestarle al régimen (nuestro único y verdadero adversario) las carencias de todo orden en........