Profesionales buenos |
La Universidad de Alicante inicia un nuevo curso / Pilar Cortés
Mi querida amiga María Angélica Arán Jara, excelente profesional y, si cabe, mejor persona, trabaja en la Escuela de Educación Inicial de la Universidad de San Sebastián en la hermosa ciudad chilena de Valdivia. Dicha universidad tiene otras tres sedes en el país andino.
La directora de la Escuela, Mariana Oyarzún Roasenda, a través de su mediación, me solicitó una conferencia con un título que a los tres nos pareció importante: «Buen profesional/Profesional bueno». No siempre es igual que el adjetivo vaya delante o detrás del sustantivo. Por ejemplo, no es lo mismo decir «un griego desnudo» que «un desnudo griego» por la función sintáctica que genera la colocación de las palabras.
Cuando Angélica trabajaba en la Universidad Mayor, con sede en Santiago y en Temuco, participamos en un proyecto del Rectorado que llevaba el susodicho título, que se concretaba en la doble sigla BP/PB. Al equipo rectoral le preocupaba, y eso le honra, formar buenos profesionales (competentes, bien preparados, capaces de ejercer su oficio con acierto y eficacia). A nadie le sorprenderá esta preocupación, este objetivo fundamental. Pero también le importaba conseguir otro objetivo, que no se suele explicitar en muchas otras instituciones de educación superior: formar profesionales buenos (buenas personas, sensibles, humildes, solidarias, compasivas…). El equipo se preguntaba cómo se podía alcanzar este segundo propósito y cómo se podía saber si realmente se había conseguido.
Cuando pensamos en las competencias profesionales, nos solemos limitar a todas las que están relacionadas con el saber y con el saber hacer pero nos olvidamos muchas veces de aquellas que se relacionan con el saber ser, con la esfera de los valores. Es como si esa parcela dependiese exclusivamente de la espontánea actitud del interesado y no de la institución formadora.
Creo que nadie puede discutir la importancia de la dimensión ética en la capacitación profesional. Si el conocimiento que se adquiere en las instituciones universitarias sirviera para cómo dominar, explotar y engañar al prójimo más nos valdría cerrarlas porque, lo que........