Los misterios de Mazón

Opinión

Manuel Alcaraz

Mazón durante la Noche de la Economía Alicantina. / Pilar Cortés

Han llegado las fiestas navideñas y aquí estamos, con las penas como puños y sin muchas luces en el corazón. Como ondas sísmicas, estas heridas del alma menguan según se alejan de los epicentros de la tragedia, pero a quien más y a quien menos nos alcanzan, nos sacuden. Nadie se libra, aunque sabemos que tendremos que apartarlas hasta donde se dejen, que la inercia festiva y los requerimientos de los más próximos pondrán una suerte de paréntesis tenue, culpable incluso, entre lo vivido desde el 29 de octubre y la gracia difusa pero poderosa de belenes, abetos y señores de los regalos. Sin duda conoceremos ejemplos encomiables de solidaridad renacida con la llegada del invierno.

Por un par de semanas se reducirá también la algarabía de la política, tras otro Pleno de Corts caótico, en el que el PP, cínico hasta la náusea, decide que lo mejor es sacar su navajita plateada y decir que ya está bien, que ellos no han sido, que los otros son los culpables. Será buena esa paz relativa. Tiempo habrá de examinar expedientes, de consultar discursos, de revisar teléfonos, de abrir causas, de agilizar procedimientos. Pero hay una cuenta íntima, difícilmente mensurable en euros, a la que no renuncio a aludir. Porque si renunciamos a entender, también, el porqué de la política y nos conformamos con los porqués de las aguas y los barros, estamos perdidos, condenados a aceptar que lo sucedido era inevitable y que la ineptitud es consustancial al alto cargo.

Tribuna

TRIBUNA

La plaza y el palacio

¿En qué se parece la reacción a la dana y la trifulca en torno a la frustrada quita de la Facultad de Medicina a la UA? Pues se parecen en una actitud política de Mazón y del PP valenciano que se explican, precisamente, por ser imposibles de explicar. Estos arcanos, eso que queda sin poderse decir, son como los Misterios de Fátima: fiebre del desastre, agravio a quien no merece........

© Información