Hay una prueba irrefutable de que el desplante estaba preparado como si se tratara de una travesura escolar: al terminar la intervención de Francina Armengol, presidenta del Congreso de los Diputados, en la solemne apertura de la Legislatura, antes de dar paso al discurso del Rey, Feijóo y una decena de diputados se quedaron quietos con los brazos cruzados, que es una pose muy poco frecuente en un auditorio. Nadie en el Grupo Popular (ni en Vox, que también negó el aplauso), hizo el más mínimo ademán de entender si había o no que aplaudir.

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Travesuras en el Congreso

Travesuras en el Congreso

Hay una prueba irrefutable de que el desplante estaba preparado como si se tratara de una travesura escolar: al terminar la intervención de Francina........

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