Caprichoso, prejuicioso y engañoso, el cerebro de los humanos está más preparado para sobrevivir que para razonar. Quiere confirmar lo que ya cree, revelándose ante las evidencias que le contradicen. Busca atajos –la ideología, la opinión de los entendidos preferidos, la religión, la tradición…- para tomar decisiones con el menor coste de energía posible. Dependiendo de cómo se le presenten distintas alternativas que pueden ser por completo arbitrarias, optará por una o por otra. Nuestro cerebro puede, en otros términos, pensar una cosa y la contraria y decide en mucha ocasiones de manera errónea.

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Nuestro cerebro no está hecho para razonar

Nuestro cerebro no está hecho para razonar

Caprichoso, prejuicioso y engañoso, el cerebro de los humanos está más preparado para sobrevivir que para razonar. Quiere confirmar lo que ya cree, revelándose ante las evidencias que le contradicen. Busca atajos........

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