Cuando se habla de impuestos, el tema suscita cierto debate. Hay quien cree que deben eliminarse, mientras otros piensan que sin impuestos no podría costear el colegio de su hijo, ni su padre podría optar al tratamiento de quimioterapia que necesita. La lógica y el éxito de los impuestos es hacer que todo el mundo piense lo segundo, y la percepción de la ciudadanía varía en función de cómo estime a qué están dirigidos.
Un buen ejemplo para explicar la importancia de los impuestos y cómo los gestiona el Gobierno progresista de Pedro Sánchez, es la aprobación definitiva en el Congreso -esta semana- de la Ley del impuesto complementario y la reforma fiscal.
Una ley que trata de recabar impuestos de las grandes compañías, exigiendo un impuesto mínimo del 15 por ciento a las multinacionales que tengan unos ingresos igual o superior a 750 millones de euros, y evitar así que puedan cometer evasión fiscal. Es decir, que los españoles ingresemos en nuestras arcas públicas recursos económicos que se han estado perdiendo sin esta figura, y que se estiman en más de 4.000 millones de euros.
Además, se ha establecido un impuesto sobre el........