Una clamorosa demanda de serenidad

Va a concluir España el noveno año de una época que podríamos denominar del posbipartidismo. Efectivamente, el espacio político se fragmentó en las elecciones de diciembre de 2015, porque así lo quisieron muchos conciudadanos, que prefirieron votar a opciones diferentes, y en general más radicales, que las que ofrecían los partidos tradicionales. Desde entonces la política española se mueve en el terreno de una estéril estridencia. No es que antes no........

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