Pamplona, ¿paralizada? No, pisoteada

Dice el Gobierno de Pedro Sánchez que Pamplona estaba paralizada y que, por lo tanto, la moción de censura obedece a la necesidad de dar respuestas a los problemas de los ciudadanos.

La realidad admite otra lectura, sin duda más apropiada y que une el esperpéntico cambio en la alcaldía de Pamplona con una necesidad puramente electoral del presidente del Gobierno.

Sostiene la alcaldesa saliente, Cristina Ibarrola, que antes de dar los votos a Bildu ella elegiría ‘fregar escaleras’. La frase es profundamente desafortunada, pero llama la atención la falta de escrúpulos de quienes se someten a las disciplinas de votos de los partidos para mantener el sueldo público. La ética, en ese contexto, solo es una adenda demasiado molesta como........

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