Las historias que más nos gustan y nos sorprenden son las que recuerdan a las que ya conocemos y estamos en vísperas de contemplar una versión del cuento de Cenicienta o de David y Goliat, juzguen ustedes.
Con el objeto de aprender algo nuevo y entender la locura que despierta en Estados Unidos, he seguido toda la temporada regular de la NFL (lo que ha afectado a la templanza de Sarah, a quien aún consigo sorprender con mis rarezas). Primero me tragué todos los resúmenes de cada encuentro hasta completar las 18 jornadas en las que percibí los avances y descalabros de los equipos, pues unos empiezan fuertes y se deshinchan y otros, que parecen no terminar de arrancar, engranan y se vuelven temibles. Después, a modo de examen, me hice una quiniela de la ronda de comodines (eliminatoria a un partido en la que los "mejores peores" disfrutan una especie de repesca contra los campeones de cada grupo y de la que el mejor de cada conferencia está excluido). Suspenso.
En el fin de semana divisional aprobé acertando la mayoría de los 8 equipos enfrentados, del que salieron las 2 parejas que jugarían las finales de Conferencia. Por último,........