Ando esta semana rebosante de gratitud. Este sentimiento, esta sensación me asalta a cada rato desde el pasado domingo. Siempre me siento agradecida: por vivir, por saber, por sentir, por todo lo que me rodea, y el domingo sentí que la gratitud se desbordaba: compañía, apoyo, reconocimiento, cariño.
Me refiero a mi pueblo, Laluenga. Estaba anunciado que el sábado presentaría un libro en Laluenga; sin embargo, el viernes por la tarde aplazamos la presentación al domingo por la mañana. "Es muy mala hora, no irá nadie", me decía mi........