Aprovechando el barro

Bajo un provocador título (‘Los gobiernos son cada vez más grandes e inútiles’), ‘The Economist’ abordó recientemente en forma de profuso análisis el siempre controvertido debate sobre el gasto público.

El semanario británico señalaba que "la demanda de servicios públicos ha crecido enormemente, sin embargo, en 2022 el gasto medio de un país rico en estos servicios llegaba al 24 por ciento del PIB, lo mismo que en 1992. El empleo en el sector público ha disminuido como porcentaje del total desde finales de los años noventa. Se ha resentido todo, desde la sanidad pública hasta la educación y la seguridad pública".

La información de ‘The Economist’ colocaba directamente el dedo en la llaga del Estado del bienestar. La prestación de unos servicios públicos de calidad exige de una administración bien dotada en lo económico y fielmente dimensionada, aunque la evidencia muestra una progresiva pérdida de peso de lo público. El debate, abierto en canal, lo reanimaba esta misma semana la Airef (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal) al exigir a Aragón la aplicación de distintas medidas ante el riesgo de incumplimiento de la regla de gasto. Su sentencia era clara: es muy........

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