En mis anteriores incursiones abordaba valores fundamentales como humildad y esfuerzo que afectan a todas las etapas de la vida, ya que tanto uno como otro deben ser objetivos permanentes.
Quiero centrarme hoy en otro valor que me parece tan importante como me resulta cada vez más ausente: la responsabilidad, que supone coraje y valentía; convierte la promesa en realidad, la palabra en acción, por lo que requiere la obligación de cumplir con nuestros deberes de manera continuada y responder (lo que significa además etimológicamente) ante nuestros compromisos contraídos. Se relaciona sin duda con la resiliencia y con la empatía.
Para mí, responder siempre ha resultado un deber, un derecho, una obligación, incluso un reto y un objetivo. Desde que nacemos y desde el momento en que empezamos a relacionarnos con el entorno social, debemos responder, debemos dar respuesta a lo que esa sociedad nos ha ofrecido; cumplir con unas obligaciones que poco a poco irán forjando nuestra personalidad y nuestro carácter. Nos obligará a gestionar el cambio y el........