Oyes hablar a la vicepresidenta del Gobierno y ministra de trabajo, doña Yolanda Díaz, con ese lenguaje entrecortado, trompicado y a veces no precisamente inteligible, y te da la impresión de que ha sido ella misma la que ha creado los puestos de trabajo que resultan de los datos que publican las encuestas de población activa, arrogándose unos méritos que en modo alguno le pertenecen y desconociendo que el empleo en España lo crean los empresarios y los autónomos a costa de su esfuerzo y su iniciativa.
Porque esta ministra guay, de amplia y permanente aunque forzada sonrisa, necesita de vez en cuando hacer ostentación de un poderío de trampantojo, y como lo suyo es el trabajo –el de los demás, se entiende– se deja llevar de esa pulsión........© Heraldo de Aragón