Permítanme que les narre una anécdota. En noviembre de 1997, desempeñando el puesto de subdirector general de Geodesia y Geofísica en el Instituto Geográfico Nacional en Madrid, fui designado representante de España en la XVI Asamblea General del Instituto Panamericano de Geografía e Historia, que es un organismo encuadrado en la Organización de Estados Americanos y que, entre otras tareas, se ocupa de la gestión mundial de la información geoespacial.
La nominación me cayó en suerte simplemente por razón de mi cargo. Nuestro país participaba con estatus de observador (con voz, pero sin voto). El evento tuvo lugar en Santiago de Chile y el acto solemne de apertura lo presidió el general Augusto Pinochet Ugarte, que aun cuando ya no era presidente del país andino seguía siendo el comandante en jefe de su Ejército. Estuve sentado en un lugar preeminente justo detrás de su esposa, Lucía Hiriart. Después, durante la recepción de los delegados de los distintos países, tuve ocasión de compartir un fugaz momento con el dictador, pues él y su séquito pronto se retiraron a una sala aledaña. El caso es que allí se encontraba un altivo brigadier general con uniforme blanco impoluto luciendo su bastón de mando y........© Heraldo de Aragón