El día de san Ignacio

Como todos los años, el 31 de julio se ha celebrado mucho en Loyola, en Guipúzcoa y Vizcaya, en todas las casas jesuitas, en Roma y en el PNV. El PNV nació ese día de 1895 por devoto designio de los hermanos Arana Goiri.

El santo guipuzcoano, que fue bravo militar herido en combate, previno en 1541 a los suyos de cómo debían acercarse a un impío para ganárselo: callando sus defectos y elogiando algún rasgo positivo de su persona. Callar, pues, era tan necesario como hablar.

Arana, estudiante de los jesuitas y admirador de Loyola, era demasiado fanático para practicar esa táctica sutil, pero lo intentó al final de su vida, abandonando un tanto su postura mastuerza: "Yo mismo escribiría hoy un periódico en el que nada, lo más mínimo, se dijese contra España", consignó en 1903, año de su muerte por un mal en las glándulas suprarrenales. Hay quienes han interpretado sus palabras como un deseo de reconciliación. No había tal, sino una modulación de sus propósitos de siempre, una simulación que adoptó el PNV: "El programa es lo de menos, lo más es un cambio (...) que permita disponer a nuestro pueblo a pretender el bien íntegro" (o sea, la independencia).

En 1899, a los cuatro años de fundar........

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