Como si fuera poco

El señor Hirayama, protagonista de la preciosa película de Wim Wenders ‘Perfect Days’, trabaja limpiando urinarios públicos. Sabe que su trabajo es efímero y que, por mucho que limpie, los retretes enseguida volverán a ensuciarse.

También sabe que le van a pagar lo mismo si hace una limpieza superficial que si se esmera en dejar reluciente cada rincón. Pero ni la perdurabilidad ni el reconocimiento motivan su........

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