Lo que más falta nos hace hoy es recuperar la confianza para poder encarar el futuro y mejorar este presente que a casi ninguno nos gusta, pero me pregunto: ¿Cómo será el futuro? La sociedad, en mi humilde entender, ha escogido un camino equivocado, por eso prefiero caminar a la contra.
El ser humano vive al revés, va en sentido contrario. El ser humano es violento, destruye el medio ambiente, se comporta como las bacterias, que matan a quien deben su vida. Ningún animal es violento con la naturaleza, solo el humano lo es, perturba aquello a lo que debe su vida. Es decir, va al revés.
¿Cómo podemos escapar de esta vida al revés? Solamente podremos viviendo al revés. En ese sentido me pregunto por el futuro que le espera a la actividad a la que he dedicado parte de mi vida profesional: el teatro, que más que vocación ha sido obsesión. Hoy me pregunto en voz alta: ¿Qué será de la actividad que toma su nombre del lugar donde se realiza y que demanda ser el encuentro físico en asamblea, cuando la pandemia recientemente superada impidió su realización? El teatro siempre, hasta ahora, se ha definido como el arte de la reunión. A mi alrededor observo que hay quien, tras la pandemia, mira el teatro como un fósil vivo, una práctica de otra época, una actividad en........