Volvió mi sobrina de vacaciones y la encontré un poco cambiada, como más mayor. No se puede cambiar mucho en tres semanas cuando tienes veinticuatro años, ya sé, y tal vez era una percepción mía sin más. Lo cierto es que la había echado de menos.
Me acordaba de los tiempos en que la llevaba en su carrito de bebé o de la mano a presentaciones de libros, a exposiciones, a la piscina, al parque de atracciones, y de las películas que veíamos juntas con lo........