Buscaba una peluquería de urgencia y la encontré por casualidad. Llevaba días pensando en cortarme las greñas. Entré en un local donde unas cuantas peluqueras, la mayoría de allende los mares, trabajaban cada cual con su clientela.
Me tocó en suerte una que no era joven, tal vez tan vieja como yo. Por la forma en que me miraba, capté que la sabia mujer me había comprendido nada más verme. Me desaconsejó el........