La Comunidad Valenciana es propensa a grandes cantidades fluviales. Dicho esto, no han puesto ningún medio para evitar este tipo de catástrofes inesperadas. La meteorología es muy difícil, impredecible y a veces catastrófica.
Unos dicen que la culpa es de la contaminación, cada uno hecha la suya. La ciencia ha demostrado que los polos de la Tierra han sido templados, verdes y sin hielo; también que los desiertos fueron fértiles en otros tiempos y hay ciudades romanas que se las ha comido el seco y ardiente desierto. La evolución de la Tierra lleva millones y millones de años con cambios y transformación, de aguas, erosión y viento, corrimientos de tierra, volcanes, cambios continentales producidos por las placas tectónicas... La humanidad no puede impedir los fenómenos atmosféricos, pero ante su repetición en los mismos puntos geográficos, la inteligencia humana, que ha conseguido tantos adelantos, tiene medios para evitar los daños que se han dado en estas inundaciones. Sabemos que el agua no hay quien la detenga, pero sí se puede encauzar en diversos canales de evacuación, repartiendo el canal de agua, con lo que el nivel bajaría notablemente por donde permita la orografía de dichas zonas. Con la ingeniería y la maquinaria de que disponemos, ¿no han pensado que ya es hora de prepararse para la próxima inundación, que incluso puede ser más grande si cabe? Para que estas cosas, si vuelven a pasar, no produzcan estos daños materiales y menos todavía personales, de más de doscientas muertes. ¿No es mejor prevenir que curar y lamentarse?
Mariano Remiro Monteagudo. Épila (ZARAGOZA)
La incompetencia trae desgracias. Hace........