En una carta publicada en HERALDO el 22 de noviembre, el autor criticaba a los funcionarios que defendemos Muface. No hemos creado la mutualidad. Cuando aprobamos las oposiciones, nos incluyeron en ella y nos ofrecieron elegir el tipo de sanidad.
A nadie se le ha negado la posibilidad de seguir este camino. ¿Tenemos que sentirnos culpables por eso? ¿Deberíamos aplaudir a Mónica García como en tiempos de Franco? Sin conocer las razones que nos han llevado a preferir esta opción, no se debe juzgar. Mi experiencia personal me indica que nuestras vivencias influyen en nuestras decisiones. Hasta los 14 años estudié en un colegio religioso, del que tengo un pésimo recuerdo. Afortunadamente, decidí continuar mi formación en el IES Miguel Servet. Aquella época fue maravillosa, un baño de luz que dejó atrás un periodo de oscuridad. Las emociones que me producen las imágenes grabadas en mi memoria me condujeron, quizás inconscientemente, a ejercer mi profesión de docente en la enseñanza pública. Algunos de mis alumnos de Bachillerato que cursaron la ESO en la concertada me confesaron sentir lo mismo. En el ámbito sanitario público, acontecimientos dolorosos en mi familia por malas praxis médicas me incitaron a descartar este tipo de sanidad cuando pude hacerlo. No soy enemiga de lo que no he escogido. Se necesita una adecuada colaboración público-privada. No somos robots programados para acatar una ideología, sino humanos, a veces contradictorios. Como decía Ortega y Gasset, "yo soy yo y mis circunstancias".
M.ª Pilar Ciprés Domínguez. ZARAGOZA
Listas de espera en Aragón, un insulto a la inteligencia de todos los aragoneses. Así........