Aunque no resulta fácil ponerse en el lugar de quienes han sufrido en sus propias carnes las trágicas consecuencias de la DANA, se pueden comprender la rabia y la indignación que expresaban los ciudadanos cuando los dirigentes políticos visitaron la zona.
No se debe recurrir a la violencia, pero en esta situación no me atrevo a juzgar porque no sé cómo habría actuado yo en esas circunstancias. Las lluvias torrenciales que han asolado algunos pueblos de la Comunidad Valenciana, además de poner de manifiesto la incompetencia de nuestros gobernantes, han golpeado brutalmente nuestra soberbia. La gestión de este país a través de las comunidades autónomas ofrece muchas ventajas, pero genera inconvenientes si no se revisa y se tiene en cuenta la evolución de la sociedad. Estos últimos años se han incrementado los desplazamientos de las personas por causas diversas. Cuando se activa la alerta roja porque se prevé una catástrofe meteorológica en un lugar del territorio español, la notificación debería llegar a todos los móviles y no solo a los de los residentes. La actuación preventiva en este tipo de emergencias tendría que corresponderle prioritariamente al Gobierno central. Por otro lado, independientemente de que Dios exista o no, la naturaleza está por encima de nosotros. Si queremos garantizar nuestra supervivencia, debemos someternos a sus leyes. El calentamiento global, origen de los fenómenos meteorológicos extremos, es una evidencia científica. Negar esta realidad nos lanza a un precipicio. Seamos inteligentes y cuidemos el futuro. Malos tiempos se avecinan con Trump en la presidencia de........