Cartas al director de HERALDO: Cuando el abrazo es verdadero

La ‘gota fría’ ha calentado el corazón sensible a la desgracia ajena, incluso ha despertado generosidad y entrega, trayendo el recuerdo de tiempos más… amorosos.

Pronto pasará a segundo plano y llegarán los días de fiesta con regalos y champán que intentarán aliviar, con el sueño efímero de un tiempo de paz, la realidad triste de este mundo turbulento. Que las tradiciones sean las que recojan los momentos felices ya no tiene vuelta atrás, no hay fuerzas para asentar los sentimientos en la verdad, la verdad es dura, las tradiciones blandas, y así se van recogiendo las antiguas y las nuevas como en un pote gallego. Queremos la verdad sobre las responsabilidades ajenas, pero quizá nos molesta que nos digan la verdad sobre nuestras propias responsabilidades. Seguiremos viendo las tragedias en la tele, pero a continuación, la alegría que da el dinero. Si no te cae la lotería, al menos te caerá algún jolgorio. Después, con la resaca volverá… el presente. ¿Cómo retener el sueño?, ¿cómo conseguir algo de felicidad? Jesús nos ofrece este regalo: "Hay más felicidad en dar que en recibir". No hablo de cosas materiales, sino del darse a uno mismo por los demás, y eso, aunque es mucho más caro porque requiere tiempo y sacrificios, compensa con creces. Cuando alguien me da un abrazo percibo si lo provoca el amor, la gratitud, la misericordia o la compasión, sé si quien me lo da se siente feliz por ello. Un día en que unos jóvenes daban abrazos gratis en la calle Alfonso, respondí con tanta verdad, que la joven se emocionó. Cuando no hay amor, no hay sustituto a la felicidad. ¿Es posible reavivar esa felicidad? Hay que intentarlo.

José Luis........

© Heraldo de Aragón