Calle Lucientes

No tengo bola de cristal, ni creo que la tenga nadie, ni siquiera quienes presumen de tener información privilegiada, para adivinar el rumbo público en las próximas horas. El futuro nos lo cargamos con el virus chino.

Esa bicoca retórica tardará mucho en recuperar sus fueros. Vivimos el día a día, y por eso se llenan las terrazas y se bebe cerveza helada a morro. Qué sucederá mañana, vaya usted a saber, qué sucederá en el curso de la semana, imposible resolver semejante enigma.

El otro día paseaba por La Bombarda y divisé el horizonte remoto, a veces........

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