Los restos del caramelo

Aunque la recuerdo como una película pequeñita, quizá no lo fuese tanto porque compruebo en la hemeroteca que pasó por los festivales de Cannes y de San Sebastián. Lo que no engaña mi memoria, 17 años después de su estreno, es que ‘Caramel’ –el filme al que me refiero– me hizo pasar un buen rato y me dibujó una media sonrisa gracias al vitalismo y ‘buen rollo’ que desprendía.

La película transcurre en un salón de........

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