Hace unos días, casi coincidiendo con el aniversario de la muerte de mi abuela, pierdo su pulsera. La busco dentro y fuera de casa, en las esquinas fronterizas donde se juntan los rodapiés y en los bordes de los caminos, entre pétalos que han ido desprendiéndose de los almendros en flor.
No aparece. Cuántas veces imagino el broche abriéndose. Cuántas veces contemplo su trayectoria al suelo, a cámara lenta,........© Heraldo de Aragón