Si a la gente aquí le diera igual una u otra cosa, si los espirituanos fuesen indiferentes, impasibles ante la cosecha de lo mismo que con sus manos, consagración e inteligencia han sembrado, el céntrico parque Serafín Sánchez Valdivia no hubiera retumbado de júbilo, a ritmo de cencerro y tumbadora, la misma noche en que, mediante el noticiero de la televisión, toda Cuba y buena parte del mundo supieron que la celebración del Día de la Rebeldía Nacional sería en la tierra del Yayabo.
Siguiendo hilos de la anterior afirmación, tampoco hubiera comenzado a respirarse en distintos puntos, espacios públicos, entornos laborales y hasta hogareños ese despunte «medio ambiental» de 26........