La revolución industrial, que enmarco dentro de la evolución del conocimiento, tuvo varias etapas, desde la sabiduría para lograr la transformación de una economía agraria-artesanal hasta la tecnología y el internet y; ahora, estamos en una nueva era digital, que abre el camino a la inteligencia artificial (IA).
Si bien es cierto que la revolución industrial se caracterizó por la utilización del uso intensivo de la mano de obra y máquinas de grandes dimensiones, la era digital recorre el camino inverso; es decir, trae, entre otras características, la reducción significativa de las dimensiones de los equipos, donde la nanotecnología adquiere un protagonismo importante, así como el menor uso de mano de obra. La etapa de la revolución del conocimiento que involucra la IA ya está entre nosotros y lo que nos falta saber es hasta dónde será capaz de llevarnos.
Hoy en día, las ventajas que la IA nos ofrece son casi ilimitadas y no debemos olvidar que vienen asociadas a muchos riesgos críticos. Uno de ellos son los impactos de potenciales e inminentes ciberataques, por lo que el control de las operaciones se vuelve cada vez más y más sofisticado.
Por ejemplo, cuando se utiliza esta tecnología para negocios basados en datos confidenciales, debemos tener la seguridad de qué información está procesando y por qué lo está haciendo. A nivel mundial, las organizaciones ya están reconociendo la necesidad de una IA responsable en todo sentido, pero como estamos en el génesis de esta etapa, muchos aún se encuentran en diferentes niveles de madurez al respecto.
Los avances tecnológicos y la competencia por el talento apuntan a que, en 2024, la IA comenzará a cambiar la........