Svenja Blanke y Mónica Sladogna acaban de publicar el artículo: ¿Cómo trabajaremos en América Latina? Inteligencia artificial y trabajo en la periferia del capitalismo. Este se ubica en el número 307 de la revista Nueva Sociedad de septiembre-octubre 2023. Son respectivamente directora de la oficina de la Fundación Friedrich Ebert en Argentina y directora de proyecto en la misma fundación.
Ellas plantean que las transformaciones digitales y de las nuevas tecnologías están poniendo en tensión las formas de trabajar, pero también de organizarse en el ámbito sindical. Las respuestas de América Latina (AL) son hasta ahora embrionarias. Se requiere aún una mayor reflexión sobre la IA y las transformaciones en el mundo laboral desde el Sur global. Aquí una reseña de este documento.
Diagnóstico
Las autoras anotan que la digitalización del trabajo también está en pleno avance en AL. Afecta tanto a los trabajadores individuales como al colectivo: los datos se utilizan y se explotan, las máquinas y los robots toman el relevo; el tiempo se registra digitalmente; las esferas privada y laboral se difuminan; los datos determinan cada vez más el trabajo y esto sucede de forma silenciosa.
La IA refleja y reproduce relaciones sociales e intereses dominantes. Si AL quiere ser partícipe activo de los cambios vinculados a esta, deben plantearse preguntas incómodas y desafiar los supuestos generalizados. Las voces de aquellas personas que más sufren (y sufrirían) sus impactos están ausentes del proceso de diseño y toma de decisiones: falta escuchar las voces del Sur global y de su fuerza de trabajo.
Ellas continúan señalando que AL se enfrenta a esta transformación en varios aspectos maltrecha, tanto debido a los numerosos retos políticos y sociales internos de muchos países como a la existencia de una infraestructura digital inadecuada, grandes brechas en educación y en capacitación laboral y falta de estrategias en el campo de la transformación energética y digital.
Complica aún más la situación el hecho de que la región no tenga una voz común, ni mecanismos que funcionen para articular intereses. Blanke y Sladogna plantean que un nuevo extractivismo se está sumando al viejo; mientras que este último se redefine: al extractivismo de recursos se suma el extractivismo de datos en el marco de la transformación energética.
¿Y los sindicatos?
Las organizaciones sindicales están preocupadas por el futuro del trabajo, pero parecen carecer aún de capacidades para comprender y afrontar la profundidad de los cambios. Temas como salarios, inflación, desigualdad o precarización llenan la agenda sindical, mientras la IA avanza sobre oficios, ocupaciones, mercados, sectores, identidades, derechos e intereses de quienes trabajan. El problema, entonces, es pasar de la........