Hace meses fuimos alertados de cómo sería “El Niño Costero” en el 2024 y de cuáles serían sus principales efectos en nuestro país.
Por otro lado, se puede decir que tenemos amplia experiencia sufriendo este tipo de fenómenos climáticos en Perú.
¿Por qué entonces siguen doliendo tanto? ¿Por qué nos duele tanto “El Niño Costero”? ¿Por qué el dolor es más grande mientras más pobre y vulnerable es la población que lo sufre?
¿Y por qué los peruanos parecemos estar sumidos en una resignación crónica ante estas circunstancias?
Porque lamentablemente hemos normalizado que esto pase. Nos hemos “acostumbrado” a volver a vivir indefinidamente -casi como una condena natural- los nefastos efectos de los fenómenos climáticos. Como si no se pudiera hacer nada para mitigar daños ni cambiar el ya conocido y terrible destino de los fenómenos climáticos que periódicamente azotan nuestro país y nuestra región.
Pero ¡insisto! ¿Por qué lo hemos normalizado?
Hay algo detrás -mucho más complejo-........