Madam Tusan: adiós a la tradición de 10 años

¿Cómo inició mi relación con Madam Tusan? Para algunos, la comida es simplemente una necesidad. Para mí, la comida china es mucho más. Es mi “ratatouille”, una experiencia sensorial que me transporta a mi niñez, a esos domingos en los que mi familia y yo siempre buscábamos el mejor restaurante chino de la ciudad. Desde niño, la comida china fue una tradición, un refugio familiar que marcaba el final de la semana con platos llenos de sabor y cariño. De adulto, esa conexión se mantuvo. Cada vez que viajaba a una nueva ciudad, lo primero que buscaba era el mejor restaurante chino, como cuando un niño visita un parque de diversiones y busca descubrir los mejores lugares.

Durante los últimos 10 años, Madam Tusan representó para mi ese lugar confiable, ese rincón especial que mantenía viva tanto la tradición de mi infancia como la tradición con mis hijos y esposa. Un espacio donde los sabores me reconectaban con mis raíces, con mis recuerdos, con esos momentos familiares que tanto valoraba. Pero, lamentablemente, todo cambió, no en un único día, sino en reiteradas pequeñas experiencias decepcionantes y “rematada” por la última gota que derramó el vaso hace unos días atrás (jueves 03/10/2024) que me llevaron a despedirme de esta marca que nos acompañó durante una década.

Hace diez años, cuando crucé las puertas de Madam Tusan por primera vez en su local en Miraflores, sentí una chispa de emoción que pocas veces encuentro en un restaurante. Su nivel de atención era sorprendentemente increíble, porque sentía como si el personal de Madam Tusan observabara tratando de anticiparse a las necesidades de sus clientes en todo momento (era como si todo fuera todo debidamente planificado). Fue como reencontrarme con esos momentos de mi infancia, cuando la comida china tenía el poder de hacerme sentir en casa, de llenarme de calidez y seguridad. El........

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