Aunque también esto es objeto de controversia, viva incluso, lo que entendemos como «navidades» (en plural, de Nochebuena a Reyes antes y hoy más o menos las vacaciones de niños y afortunados) nos han dejado un puñado de encendidos debates en los hemiciclos digitales salmantinos, extensión de viejas barras de bar y pies de obra.
Hay a quien le ha parecido raro que por las calles antiguas se haya visto caminar a un crucificado, esquivando luces y guirnaldas festivas, para abrir el año jubilar dedicado a la esperanza con una procesión extraordinaria, pero no mucho.
Eso pese a un incontestable apoyo de público, que no le faltó tampoco a la Cabalgata de Los Reyes Magos. Yo salí a recordarle a Baltasar mi dirección........