Abandonados

Pocos pueden creer ya, salvo los más fanáticos, en aquel «no vamos a dejar a nadie atrás» que prometió Pedro Sánchez al terminar la pandemia. La frase se ha convertido en un mantra. Hasta Salvador Illa, en un derroche de originalidad, la utilizó al pedir el apoyo de los grupos políticos para su investidura como presidente catalán. De tan manida, ha perdido significado.

Porque cada vez hay más personas en nuestro país que se sienten abandonadas a su suerte. El ejemplo más claro lo hemos tenido estas semanas en Valencia. Al desastre de gestión a la hora de activar las alarmas de las riadas y de ayudar en la recuperación de los pueblos afectados se han unido tres imágenes que demuestran a la perfección lo que verdaderamente les importan los damnificados a las personas más señaladas en esta crisis. La del presidente del Gobierno huyendo en Paiporta y dando la espalda a........

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