Mientras que se nos inculca desde pequeños la máxima de que nuestras acciones siempre tienen consecuencias, hay otra parte de la realidad política, que parece enviar un mensaje totalmente contrario a este principio. En España hay determinadas posturas políticas que lo que están enviando, con sus actitudes y sus acciones amen de sus palabras, es un mensaje cuya pretensión es hacernos creer que al final nunca pasa nada, que en política todo se supedita al fin y que en definitiva, el fin justifica los medios. Este principio por supuesto sólo es aplicable a una parte del pueblo, porque luego para el pobre ciudadano de a pie, la ley cae con todo su peso y su rigidez. Pues no, eso no es así.
Este ojo que observa se siente........