Todo pierde motivación con el tiempo. Este año, por ejemplo, a nuestros ayuntamientos ya no les incentivaba la competición por el alumbrado navideño más espectacular, que les ha entretenido años precedentes. Es por eso, que pasado de moda el concurso de dilucidar qué municipio coloca más bombillas, se han centrado en competir por colocar el abeto más gigantesco. Con lo poquito amigos que resultan ser de los árboles el resto del año, como bien sabemos por la Plaza del Oeste.
A resultas de ello, una vez pasada la Navidad, están saliendo todos los alcaldes en redes o en los........