Los peores para gestionar a los mejores

Me gustan estos veranos de Eurocopa o de Mundial. El fútbol es uno de los pocos territorios que nos van quedando para exhibir esa unidad tan necesaria y a la vez tan ausente en demasiados ámbitos de nuestras vidas.

Estos días la bandera no es de nadie porque vuelve a ser de todos. Y el himno, aunque sea cantado con el «lolololo», nos reúne a la gran mayoría de la sociedad más allá de las diferencias.

El fútbol aparca todas las discusiones políticas y las conversaciones comienzan a girar en torno a ese seleccionador que todos llevamos dentro.

A España le cuesta........

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