La constante crispación política y las permanentes divisiones entre los grandes partidos, se han convertido en un problema sistémico y a la vez muy grave para nuestro país. El interminable clima electoral condiciona y atenaza el funcionamiento de las instituciones y marca el paso de muchas de las decisiones que afectan a los ciudadanos.
Este enfrentamiento se hace especialmente serio cuando afecta a cuestiones clave como la Sanidad o la Educación. Llevamos meses en un punto en el que lo que diga el gobierno es rechazado por la mayoría de regiones gobernadas por el PP. Y al revés, lo que proponen las Comunidades es visto con mala cara por el ejecutivo central.
En los últimos días hemos asistido a dos........